No nos olvidaremos del plato que se suele poner debajo del tiesto. Nunca mantendremos la base de la maceta en contacto con agua
En verano regaremos dos o tres veces a la semana, mientras que si estamos en invierno, lo mejor es proceder al riego una vez a la semana. Siempre lo haremos por la mañana. Regaremos preferiblemente con agua abundante y pocas veces.
Tiene que regarse con agua destilada
Si tenemos dudas de la conveniencia o no de regar, lo mejor es no hacerlo.
Cuando falta agua, estas plantas conservan sanas sus raíces, pero se marchita su flor. Otras veces, aunque la flor no esté mustia, las hojas se caen con facilidad o no acaban de desarrollarse del todo. Todos ellos son síntomas inequívocos de que la epífita se está secando
Para solucionar el problema, tenemos que regarla más, como es obvio. Además, regaremos con mucha agua, asegurándonos que el líquido empapa bien la tierra y llega a la base de la maceta. Tendremos que dejar que se escurra bien el agua restante y nunca dejarla reposar en platos, ya que el exceso de humedad puede arruinar sus raíces.