domingo, 11 de octubre de 2015

MIRKO Y CARSTEN. Curso de escritura. UP de AB. 2015

ÍBAMOS A ESTAR EN EL AVIÓN. Walter Oppenheimer. Barcelona. En El País. 25 Marzo 2015. Página 4.



Resumen de la noticia:
Los alemanes Mirco y Carstin iban a reservar para regresar a Düsseldorf en el vuelo que acabó estrellándose en los Alpes franceses. Cambiaron de idea para coger un vuelo más barato de Germanwings que salía más tarde, a las 19.30. De esa forma, además, podrían visitar el Camp Nou. Esa decisión les salvó la vida. Un amigo les llamó después del accidente para saber si estaban vivos. “Estamos en el Nou Camp” contestaron a través del móvil.

Por qué la elijo:
Es la noticia más sugestiva para mí en todo el periódico del día. La noticia del accidente llena las páginas del diario. El resto son noticias de política, corrupción y deportes.
Llama especialmente la atención que hayan salvado la vida por el contraste con las enormes dimensiones de esta tragedia. Sin embargo, existen multitud de episodios en las vidas de todos y cada uno de nosotros de similares características. Son esos momentos en los que podríamos decir que “hemos vuelto a nacer” o que “nuestra vida podría fácilmente haberse acabado”. ¿Por qué no se acabó? ¿Cómo milagrosamente sigue? ¿Aprovechamos suficientemente la nueva oportunidad que se nos brinda?



MI EJERCICIO: Carmen Hidalgo Lozano

MIRKO Y CARSTEN

Se conocían desde el año 2006. ¡Cómo olvidarlo! El año del mundial de futbol. Los dos muchachos llevaban la bandera de Alemania pintada en el brazo y estaban en la plaza desde las tres y media para no perder detalle del partido que proyectaban en la pantalla gigante. Ambos estaban de pie, entusiasmados con cada gol del equipo alemán. Primero chocaron sus cuerpos. Después se cruzaron sus miradas. Y luego, dejaron que la gente les mantuviera juntos, sintiendo el roce de la piel del otro. Ya no se pudieron despegar. El futbol los había unido.
Y ahora estaban en el Camp Nou. Después del Borussia de Dortmund, el Barça era su equipo preferido. ¡Qué buena idea la de Mirko! Tomar un vuelo unas horas más tarde. Se hicieron un selfing. Esta imagen sería el remate de este formidable viaje a Cataluña. En especial a Barcelona, ciudad testigo de los mejores momentos de su relación. En la miel de su descubrimiento mutuo. Volverían a finales de Junio para celebrar allí su matrimonio en el noveno aniversario de su primer encuentro.
Estaban en esta conversación, mirando la foto, cuando sonó el móvil de Carsten. Era Pere, el amigo que les había alojado en su casa.
-      ¿Qué dices, Pere? ¡No, no puede ser! ¿El avión Barcelona -Düsseldorf se ha estrellado en los Alpes?  ¡Pero… si era un vuelo de Lufthansa!-
-      ¿Cómo? Dime que no Carsten, dime que no es verdad.- Mirko balbuceaba acercándose al teléfono de su amigo.

-      Sí, Pere, estamos vivos, estamos bien.- Explicó Carsten - Al final cogimos el vuelo de Germanwings para poder acercarnos… No te imaginas dónde… Estamos en el Camp Nou. Te queremos, Pere… y al Barça. Nos acaba de salvar la vida. -

SIGUIENDO A GAMONEDA. Curso de poesía en la UP de AB. 2015

SIGUIENDO A GAMONEDA por Carmen Hidalgo Lozano

“Cuando yo tenía catorce años,
me hacían trabajar hasta muy tarde.
Cuando llegaba a casa, me cogía
la cabeza mi madre entre sus manos” (de Gamoneda)


(sigue, Carmen Hidalgo Lozano)



Presionaba suavemente mis sienes
Con sus dedos de seda y toda su alma.
Cómo le dolía el cansancio de su niño
Porque yo era su niño, amado, pequeño,
Indefenso, dulce,…
A quién ella dio a luz, a quien tanto amaba

Y ahora lo veía sufriendo a causa de la crisis
Que había hundido la casa a la muerte del padre.

Cómo la recuerdo ahora, que ya no está.
Cuánto bien me harían sus manos en mi piel
Y su tierno regazo, refugio de mi corazón.

Quise sustituirla con Eulalia, mi exmujer.
¡Tropezón en el viaje de la vida!
Nunca una esposa es una madre,
O no debía serlo.

Pero los hombres, débiles en el fondo,
Buscamos cobijo en el alda de una dama.
Creemos quererla y nuestro deseo
Es que vuelva la madre con la que fuimos uno,
El paraíso perdido, más allá de nosotros mismos,
Mucho antes de ser, mucho antes de nuestra identidad.

Perdóname Eulalia,
Perdóname tú también, madre,
Y perdóname hermana, si también he sido egoísta contigo.

Intento ser un hombre, pero no es fácil.
No es fácil crecer y dejar al niño.

No es fácil dejar de jugar a Peter Pan.

GRACIAS A MI PUEBLO

     Gracias a la vida, que me ha dado una infancia feliz en mi pueblo. Pilar Geraldo me invitó, hace unos años, a colaborar con un escrito ...