sábado, 10 de septiembre de 2016

LA RATITA PRESUMIDA. Sucedió en tiempo de feria. 2016

LA RATITA PRESUMIDA
Por Carmen Hidalgo Lozano. Septiembre 2016
Feliz porque mis manos todavía se posan sobre el teclado y parecen obedecer a lo que les dictan mis pensamientos, feliz por las visitas diarias de mi querida prima y feliz porque estoy viva a pesar de todo. Este año no pisaré la Feria, quizás por eso la tenga más presente.
Fue el último fin de semana de feria del año pasado, el domingo de madrugada. Serían las cinco de la mañana cuando la ambulancia de la Cruz Roja llegaba a urgencias del hospital. Hasta veinticuatro horas más tarde no tuve claro que esa noche habían bailado mis piernas por última vez. ¿Por qué cogería el coche para volver a casa? ¿Acaso no sabía la cantidad de alcohol que acababa de ingerir? Pero volvamos al aquí y ahora, la vida sigue.
Antes de ayer, día siete apareció por aquí mi prima Llanos, iba hacia el parque para ver el inicio de la cabalgata y se detuvo a visitarme. Ella misma pasó a la cocina a preparar la merienda y le pedí que me sacara un pequeño delantal de la alacena. Cuando lo vio “¡Qué alegría!” Me dijo “¿Te acuerdas de aquella feria? La abuelita nos bordó un delantalito a cada una, era nuestro feriado, el mío tenía el gato con botas, no sé dónde estará, y el tuyo, este, tiene la ratita presumida”.
¡Gracias querida abuelita donde quiera que estés!¡Tus manos mágicas tejiendo sueños vuelven hoy para hacerme sonreír!
FIN




GRACIAS A MI PUEBLO

     Gracias a la vida, que me ha dado una infancia feliz en mi pueblo. Pilar Geraldo me invitó, hace unos años, a colaborar con un escrito ...